La Confederacion Iroquesa fue una liga o confederación de tribus indígenas fundada en el siglo XVI, de carácter democrático, ha sido considerada como una de las más fuertes influencias de la democracia moderna, con características tanto participativas como representativas.
Habitaban el noreste de Estados Unidos y el sureste de Canadá en la zona de los Grandes Lagos y estaba formada en principio por cinco tribus: los indios mohawk, onondaga, cayuga, oneida, seneca y a mediados del siglo XII en 1970, se suman los tuscarona, por lo que se los conoció como la Liga de las Seis Naciones.
Concebían la confederación como una Gran Casa Comunal, esta se basaba en la plena igualdad y en la independencia de todos los asuntos interiores de sus naciones. La Ley de los iroqueses tomaba en cuenta derechos electivos y también derechos hereditarios. El órgano principal de la liga era un Consejo Federal conformado por todas las tribus. No tenían un jefe establecido con el poder ejecutivo, ya que existía una agrupación de representantes. Las sesiones de celebraban junto al pueblo reunido, donde cada iroqués podía expresar su palabra.
La economía agrícola de los iroqueses estaba asentada en el maíz, el sistema de clanes se basaba en la consanguinidad, el territorio y era matriarcal. El gobierno estaba compuesto por hombres pero sus miembros eran responsable ante las mujeres de su matriarcado.
La Libertad, la igualdad y la fraternidad eran la base de todo el sistemas social; para la fratria, es decir, el pueblo, que tenia todo derecho a participar en las reuniones de sus representantes, como también para la tribu, que era la unión de varias fratrias la cual debía tener un territorio propio, un nombre particular, un dialecto único, ideas religiosas y ceremonias de culto comunes, además de tener un Consejo de tribu para asuntos comunes donde las decisiones definitivas debían ser tomadas por unanimidad.
La Confederación tuvo gran influencia tanto en la democracia, en el constitucionalismo como también en la idea de la igualdad de mujeres y hombres en la sociedad moderna. Es así, que la Gran Ley de la Paz instaura un gobierno “de la gente, para la gente y por la gente” donde se recurre a el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial. Siendo estos los cimientos de la Liga Iroquesa, esta aporta de forma trascendental en la Constitución Estadounidense con parámetros de igualdad, participación, libertad, fraternidad, representatividad y uno de los principales, el derecho a elegir, además de la estructura del manejo del poder.
Habitaban el noreste de Estados Unidos y el sureste de Canadá en la zona de los Grandes Lagos y estaba formada en principio por cinco tribus: los indios mohawk, onondaga, cayuga, oneida, seneca y a mediados del siglo XII en 1970, se suman los tuscarona, por lo que se los conoció como la Liga de las Seis Naciones.
Concebían la confederación como una Gran Casa Comunal, esta se basaba en la plena igualdad y en la independencia de todos los asuntos interiores de sus naciones. La Ley de los iroqueses tomaba en cuenta derechos electivos y también derechos hereditarios. El órgano principal de la liga era un Consejo Federal conformado por todas las tribus. No tenían un jefe establecido con el poder ejecutivo, ya que existía una agrupación de representantes. Las sesiones de celebraban junto al pueblo reunido, donde cada iroqués podía expresar su palabra.
La economía agrícola de los iroqueses estaba asentada en el maíz, el sistema de clanes se basaba en la consanguinidad, el territorio y era matriarcal. El gobierno estaba compuesto por hombres pero sus miembros eran responsable ante las mujeres de su matriarcado.
La Libertad, la igualdad y la fraternidad eran la base de todo el sistemas social; para la fratria, es decir, el pueblo, que tenia todo derecho a participar en las reuniones de sus representantes, como también para la tribu, que era la unión de varias fratrias la cual debía tener un territorio propio, un nombre particular, un dialecto único, ideas religiosas y ceremonias de culto comunes, además de tener un Consejo de tribu para asuntos comunes donde las decisiones definitivas debían ser tomadas por unanimidad.
La Confederación tuvo gran influencia tanto en la democracia, en el constitucionalismo como también en la idea de la igualdad de mujeres y hombres en la sociedad moderna. Es así, que la Gran Ley de la Paz instaura un gobierno “de la gente, para la gente y por la gente” donde se recurre a el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial. Siendo estos los cimientos de la Liga Iroquesa, esta aporta de forma trascendental en la Constitución Estadounidense con parámetros de igualdad, participación, libertad, fraternidad, representatividad y uno de los principales, el derecho a elegir, además de la estructura del manejo del poder.